¿Cómo generar un vínculo madre-hijo saludable desde el embarazo? Los 3 aspectos clave de la maternidad
En el artículo de hoy queremos abordar un tema fundamental y poderoso: el vínculo entre una madre y su hijo/a. Sabemos que, como emprendedora, te enfrentas a múltiples presiones y desafíos en tu día a día. Si a esto le sumamos la maternidad y la importancia de establecer un vínculo sano con tu hijo, tu realidad puede llegar a ser abrumadora.
Para facilitar este proceso, hoy Soledad Gache Pesqueira, psicóloga, madre y doula nos revela tres claves que te permitirán potenciar y enriquecer el vínculo con tu hijo para que logres vivir con consciencia plena de tu realidad como mujer, madre y emprendedora.
Contenido del artículo |
La importancia del vínculo madre-bebé Los tres aspectos clave de la maternidad 1. La matrescencia 2. La transparecia Psiquica 3. Lo social: el papel de la doula |
La importancia del vínculo madre-bebé: Cómo construir un futuro sólido desde la gestación
Como si fueran pocas las presiones que hoy en día siente una madre, comprendo muy bien que no ayuda el que te diga que el vínculo que puedas generar con tu bebe determinará su futuro. Para quitarle hierro al asunto, a lo largo de este artículo voy a mostrarte que no solo estás más que lista para hacerlo fenomenal, sino que únicamente necesitas tener consciencia de tres aspectos para poder potenciar y enriquecer el vínculo con tu hij@.
La madre de todos los vínculos
Antes de comenzar me gustaría hablarte de «la madre de todos los vínculos”.
Este vínculo comienza a crearse desde la gestación, y su nivel emocional se irá acrecentando durante el nacimiento, el posparto y con los cuidados de los primeros años del niño.
Este vínculo es fundamental para el desarrollo de tu hijo/a, ya que determinará, de cierta manera, su modo de ver el mundo y relacionarse con otros.
Los tres aspectos clave de la maternidad
Vamos ahora a entrar de lleno en los 3 aspectos clave de la maternidad, los cuales me hubiera gustado que alguien me contara en alguno de mis tres embarazos. Honestamente, me habría ahorrado muchos miedos, dudas y sentimientos de culpabilidad.
1. Matrescencia. Aportes de la neurociencia
El término matrescencia, surge desde la antropología para visibilizar el paralelismo que existe entre la maternidad y la adolescencia. En ambos casos se dan modificaciones a nivel cerebral que ponen en funcionamiento ciertas zonas en detrimento de otras, para permitir, facilitar y favorecer los cambios de conducta requeridos en la nueva etapa: la adultez en el caso del adolescente y la maternidad en el caso de la mujer embarazada.
En esta última, por ejemplo, se dará una especialización, donde se potenciarán ciertas áreas responsables de la capacidad de comprender y cuidar a los otros: un aumento significativo de la percepción, la atención selectiva, la empatía y otras funciones cruciales para el futuro establecimiento del vínculo madre-hijo.
La conocida “montaña rusa de emociones” que se vive en el embarazo, las lagunas mentales y la fluctuación entre los sentimientos de ansiedad y/o depresión, felicidad y miedo, también son algunas de las consecuencias más notorias de estos cambios a nivel hormonal y cerebral, producto de esta transformación de mujer a madre.
Es importante saber esto, para no pensar que “algo anda mal en nosotras” y aceptar cada uno de los estados emocionales, transitándolos de una manera saludable.
Por otra parte, has de saber que si los sentimientos de angustia o tristeza son permanentes o demasiado difíciles de llevar, es necesario pedir ayuda a tiempo para que puedas ir trabajándolos junto a un profesional y prevenir posibles patologías o enfermedades.
La matrescencia es una crisis necesaria, prepara y da nacimiento a una nueva identidad: La madre.
Como toda crisis, es un momento de desequilibrio que es cierto que muchas mujeres atraviesan sin inconvenientes, pero muchas otras pueden verse abrumadas y vulnerables. Y eso nos lleva al segundo punto que seguramente tampoco conocías de la maternidad.
2. Transparencia psíquica. Aportes de la Psicología
Cuando hablamos de que nace una madre, no es algo exclusivo de las primerizas, no importa si es tu primer, segundo o tercer embarazo, nunca se es la misma después de cada parto. Uno no encara de la misma forma ni con las mismas herramientas un primer embarazo que un tercero, ni los procesos serán los mismos.
Cada embarazo, es una crisis y nos prepara para ser “esa madre, para ese bebe”. No deja de emocionarme la posibilidad de reconstruirnos en cada gestación. Aquí también existe un proceso interno y desconocido, que brindará una gran riqueza a la madre “en construcción”.
Este fenómeno se llama “transparencia psíquica” y hace referencia a que en el embarazo se produce el debilitamiento de los mecanismos defensivos, la barrera entre lo consciente y lo inconsciente se vuelve permeable, permitiendo que resurjan recuerdos olvidados, se revivan conflictos y/o duelos no resueltos y que la historia familiar emerja a través de anécdotas de tíos lejanos, abuelos, o familiares que tal vez nunca habías conocido.
En la mayoría de los casos, este fenómeno único puede pasar desapercibido. Por eso estoy aquí para advertirte sobre él (será ahora tu decisión cómo vivirlo).
Puedes aprovechar todo el potencial que te brinda para conectarte con tu interior más profundo: para revisar, elaborar y reeditar situaciones de tu historia.
Permitiendo que esa reconstrucción sea un acto de empoderamiento, beneficiándote a ti y a la madre que quieres ser, o simplemente dejarlo pasar.
¡Ojo! Esta merma de los mecanismos defensivos genera a su vez mayor vulnerabilidad psíquica y necesidad de sostén psicosocial en la embarazada, y ello me lleva al último punto, pero no por ello menos importante.
3. Lo social. Los beneficios de una doula en el embarazo
Por lo expuesto en el párrafo anterior, el apoyo y sostén social son factores imprescindibles en el embarazo. Por eso, y porque hasta hoy lamento no haber conocido esta información a tiempo, quiero que conozcas y comprendas el papel y los beneficios de una “doula”.
Para empezar, te estarás preguntando ¿qué es eso? “Eso”, es una figura no tan conocida en nuestro país, pero sí en otros lugares del mundo, que hasta tiene un sitio dentro del equipo médico.
Una doula no requiere formación en medicina, ya que no interviene en cuestiones de este tipo, para lo que ya existen profesionales.
Es una mujer formada para acompañar, asistir y sostener a la madre y su núcleo íntimo en el embarazo, parto y posparto (o en alguno de ellos, según sea el interés o necesidad), contemplando a la mujer como un todo, abarcando sus necesidades físicas, emocionales y sociales, ya que una mujer que se convierte en madre necesita mucho más que un control médico una vez al mes (en el mejor de los casos).
Soledad Pesqueira
Las funciones de la doula pueden ser tan variadas como necesidades de las embarazadas haya. Las hay especializadas en parto adolescente, fertilidad, partos múltiples, preparación al parto, duelo perinatal, entre otros. Pueden provenir del área del yoga, la fisioterapia o como en mi caso, de la psicología, pero a todas no une el deseo y la vocación por acompañar la maternidad (y paternidad).
Una mujer y madre necesita un lugar donde poder nombrar sus miedos, dudas, gestionar la ambivalencia emocional y comprender qué le sucede, qué hacer y cómo implicarse en todo lo que emerge de su historia, para decidir qué madre desea ser.
Como psicóloga, madre y doula, me gustaría que todas las mujeres vivan su embarazo, parto y posparto como un acto de empoderamiento, de crecimiento personal, sin ser juzgadas en sus decisiones y pudiendo generar un vínculo saludable con su bebé desde el embarazo.
Si quieres saber más sobre la figura de la doula, psicología y maternidad, contáctame por aquí y hablemos tranquilamente.
Muy bueno!!
Nos alegra que te guste Julieta. Gracias por comentar.